Erase una vez un perrito pequeño que vivía en China y no tenía dueño. Un día se encontró con una perrita llamada Tula y vino un señor y se los llevó para comérselos.
El señor cogió los dos perros y los puso en un plato grande, cogió su cuchillo y su tenedor , pero el perro, sin que el hombre se diera cuenta se levantó y mordió al señor en el pompis.
Tula y el perrito se escaparon y se fueron al parque, pero de repente se encontraron con otro señor que atrapó a Tula y el perrito también mordió a este señor en el trasero.
Luego se encontraron a una niña que se llamaba Victoria, ella tenía un perro de raza Rottweiler que mordió al perrito y entonces Tula llamó a otros perros para que les ayudasen.
Cuando Vicki vio a su perro mordiendo al perrito, riñó a su perro y le dijo que eso no se hacía y él la obedeció.
Desde aquel día Vicki adoptó a Tula y al perrito pequeño y le dijo a los señores que no hacía falta comer perros porque también hay más cosas para comer.
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