Cuento de Deva

Erase una vez una niña llamada Deva que vivía en Torrelavega. En casa tenía un estuche que nunca llevaba al colegio y siempre jugaba con él y sus juguetes.
pero un día el estuche ya no era un estuche cualquiera si no que estaba hipnotizado por un diablo y poco a poco destrozó los juguetes de Deva. Cuando ella lo vio se echó a llorar porque ya no le quedaba ningún juguete. Deva no podía parar de llorar, su madre cogió el estuche y lo metió en una habitación y cerró la puerta. El estuche quería salir de allí, pero no podía, así que se echó una siesta. Cuando despertó, el estuche vió que la puerta estaba abierta y salió, como no había nadie en casa destrozó todo lo que encontró. Cuando regresaron Deva y su madre vieron toda la casa destrozada y se asustaron mucho, pero un ángel que lo vio todo entró en el estuche y el diablo se fue para siempre y el estuche ya no volvió a hacer travesuras.