Esta es la historia de un niño llamado Óscar que vivía en una casa con un jardín muy grande. A él le gustaba jugar a los detectives y se ponía a investigar en el jardín.
Un día encontró una mochila, cogió la lupa y vio que tenía una etiqueta con un nombre, pero no se veía bien porque estaba borroso. Óscar arrancó la etiqueta y miró dentro, había un bocadillo, lo cogió y le dio un mordisco, pero tuvo que escupirlo, porque estaba podrido.
Otro día Óscar se encontró en el jardín con un niño que estaba buscando una mochila que había perdido hacía tiempo, Óscar le enseñó la que él había encontrado y resultó que era la suya, se hicieron muy amigos, pero mientras ellos jugaban los ladrones se llevaron la mochila.
Los ladrones pusieron un anuncio con ella en Internet y alguien la compró, un día paseaban los dos por la calle y vieron un hombre con ella, Óscar se la pidió, pero no se la quiso dar porque decía que era suya y ya no volvieron a verla. Pero los dos estaban contentos porque habían encontrado un nuevo amigo.
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