domingo, 23 de enero de 2011
Cuento de Cristina
Había una vez una chica llamada Cristina que quería comprarse el reloj más caro del mundo. Su primo le dijo que ese reloj estaba en Murcia y ella quería marcharse allí, pero su madre no la dejaba, así que Cristina decidió marcharse sola. Cogió comida, agua y dinero del cajón donde lo guardaba su tía y se marchó. Buscó la tienda que le había dicho su primo, pero no la encontró, después de mucho buscar, al fin la encontró y se pudo comprar el reloj, iba a volver a coger el autobús, pero se hizo de noche y Cristina no podía encontrar la estación de autobuses, se quedó sentada en un banco de un parque y se puso a llorar. Su madre al ver que Cristina se había marchado se acordó de lo que le había dicho de ir a Murcia y fue allí, llamó a la Policía y la encontraron y se fueron a casa. Cuando ya estaban llegando Cris se cayó, con tan mala suerte que el reloj se le cayó por una tubería. Llamaron a un fontanero que lo pudo sacar, pero se había oxidado y ya no valía, lo tuvieron que tirar. Cristina comprendió que no había merecido la pena ir tan lejos y que lo más importante era estar con la familia.
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